Durante tu ausencia el perro
podría morder cosas, destruir artículos del hogar, ladrar excesivamente,
defecar en lugares no idóneos o incluso dejar de comer. Lo mejor es preparar a
tu perro para que esté tranquilo cuando esté solo. Asegúrate de que pueda estar
sin ti por periodos cortos. Para esto puedes dejar a tu perro en una parte de
la casa e irte a otra, pero siempre regresando de vez en cuando. Aumenta el
tiempo gradualmente y cuando lo dejes solo de verdad por primera vez, no lo
hagas por mucho tiempo. Todo debe ser gradual. No debes decirle adiós cuando te
vayas ni saludar cuando regreses. Esto hará de tu partida y regreso
completamente normales.
Los siguientes consejos son para
evitar, o aliviar, cualquier síntoma de ansiedad por separación. Cabe destacar
que solo los perros adultos entrenados pueden estar todo el día sin el dueño y
necesitan que alguien los lleve a caminar. Los cachorros no pueden pasar mucho
tiempo sin ti y requieren de cuidados constantemente.
1. La Comida de tu perro
Ya sabes lo que dicen: “Barriga
llena, corazón contento”. Esto aplica a los perros también. Un perro bien
nutrido estará más satisfecho, saludable y con mejor estado de ánimo. No dejes
a tu perro con hambre porque le resultaría demasiado estresante.
2. Sanitarios
El perro debe ir al baño antes de
que te marches. Dado que los perros son animales de costumbre, es probable que
las primeras veces que lo dejes solo tenga un accidente en casa. Si ya tienes
un perro adulto adiestrado, será más propenso a aguantar hasta que vengas por
él, pero el estrés puede cambiar incluso al perro mejor entrenado. Si tienes un
cachorro o un perro sin adiestrar, seguramente irá al baño, sobre todo los
cachorros. Puedes utilizar paños con un perro de estos, pero si lo estás adiestrando
a ir al baño afuera, lo podrías confundir. En cualquier de los casos, el perro
tiene que estar “vacío” antes de que te vayas.
3. Ejercicio
Un poco de aire, ejercicio y
tiempo contigo son todo lo que necesita. Los paseos son imprescindibles para todos
los perros. Lo ayudarán a estirarse, relajarse y disfrutar del mundo a tu lado.
Estará mucho más cansado cuando te marches. No importa el clima: en días de
lluvia y nieve colócale unos botines.
4. Entrenamiento
Haz alguna actividad con tu
perro. Existen muchos juegos para llevar a cabo con él, ya sea tira y afloja,
escondite, traerte la pelota o algún juguete. Enséñale un comando o truco o
practiquen los que él ya sepa. La estimulación mental lo tranquilizarán y
fortalecerá el vínculo que los une.
5. Juguetes rellenos
Si tu perro se siente ansioso,
aburrido o hiperactivo, querrá morder algo. Los juguetes rellenos Kong son
ideales. Coloca unas delicias sorpresas adentro. Tu perro tendrá que
ingeniárselas para sacarlas. Si tu cachorro está echando dientes puedes
congelar el juguete y le aliviará un poco el dolor. Otros juguetes también lo
mantendrán ocupado.
6. Casa aprueba de perros
Ten una casa a prueba de perros.
Si no estás presente tu perro se podría hacer daño, por lo que no debe tener
acceso al jardín, la piscina, la cocina o el baño. Cierra las puertas para que
tu perro no pueda entrar a cuartos. No dejes tus artículos en el medio o tu
perro los podría morder y destruirlos. Cierra las ventanas o se podría escapar.
Guarda todos los productos potencialmente tóxicos.
7. Jaulas
Debes tener cuidado con esto. La
jaula puede ser tu aliada si aprendes a usarla bien. Son solo para cachorros y
perros adultos que aún no están adiestrados para ir al baño o a no morder
cosas. La primera vez que vayas a dejar a tu perro solo no será el momento
idóneo para meterlo en una jaula. Lo primordial es lograr que el perro se
acostumbre a su jaula, que le guste y que entre y salga de esta cuando quiera.
Una alternativa a la jaula es utilizar un divisor en alguna parte de la casa,
así tu perro tendrá más espacio. Esto solo sirve para los perros que muerden
cosas y no necesariamente te ayudará en la educación higiénica del perro.
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