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miércoles, 19 de febrero de 2014

LEISHMANIOSIS




Es una enfermedad parasitaria producida por un protozoo llamado Leishmania infantum.
Se contagia por medio de la picadura de un mosquito llamado Phlebotomus. Una vez que ha picado a un animal enfermo transporta en su interior las leishmanias y se las transmite con su nueva picadura, al animal sano. No se transmite por contacto directo, secreciones, heridas, orina, heces…etc.

Los perros afectados pueden tener los siguientes síntomas:

  • Adelgazamiento.
  • Apatía, debilidad.
  • Atrofia muscular progresiva.
  • Úlceras cutáneas.
  • Heridas que no cicatrizan.
  • Piel seca.
  • Caspa.
  • Pérdida de pelo.
  • Falta de pelo alrededor de los ojos.
  • Hemorragias nasales.
  • Inflamación de ganglios linfáticos, hígado y bazo.
  • Cojeras.
  • Lesiones oculares.



Algunos perros pueden ser asintomáticos durante periodos de tiempo variable. Los síntomas pueden tardar desde varias semanas o varios meses, dependiendo del sistema inmunitario del perro.
El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre, biopsia de piel, o citología de la médula ósea.
Esta enfermedad tiene tratamiento y este es más eficaz cuanto más precozmente se diagnostique.

Es importante que no se deje avanzar la enfermedad ya que ataca a la vista, las articulaciones, la piel y el riñón. Sus secuelas pueden ser muy graves como llegar a diálisis, trasplante de riñón o la muerte del perro.

Hay que tener en cuenta que es una infección que a día de hoy no tiene cura, pero los medicamentos disponibles en el mercado le pueden alargar y mejorar la calidad de vida de nuestro compañero, llegando incluso a estar tan bien que no nos daremos ni cuenta ni de que la tiene. Se utilizan los antimoniales pentavalentes: metilglucamina y estibogluconato sódico, cesiastes otros tales como la anfotericina B, la pentamidina y el ketoconazol.

Pero no debemos de olvidar nunca que es una enfermedad crónica y por lo tanto estar alerta de posibles recaídas.

El contacto con el perro no transmite la enfermedad a las personas, solo el humano puede cogerlo si es picado por Phlebotomo. 

Para luchar contra esta enfermedad hay que prevenir la picadura de la mosca transmisora. En este sentido debemos evitar que nuestro perro duerma a la intemperie en patios, jardines o terrazas puesto que es en las horas del anochecer y amanecer cuando el Phlebotomo tiene su momento de máxima actividad.

Igualmente debemos proteger durante los meses de Marzo a Octubre a nuestro perro de la picadura de la mosca mediante la utilización de productos antiparasitarios externos específicos. Hoy en día existe en el mercado una amplia gama de presentaciones en forma de collar, spray o pipetas antiparasitarias de fácil aplicación y prácticamente nula toxicidad tanto para el animal como para su entorno familiar.

En el caso de la leishmaniosis es fundamental realizar un diagnóstico precoz, fácil de llevar a cabo mediante un sencillo análisis de sangre que nos indicará si nuestro perro está infectado e incubando la enfermedad sin haber llegado todavía a presentar síntomas, lo cual nos permitirá realizar el tratamiento con una alta garantía de éxito y escasos efectos secundarios.

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